Estilo de vida y consumo
Para adentrarnos es
necesario definir los conceptos de estilo de vida y consumo. El consumo se
puede entender como el aspecto económico y social, al igual que se hace referencia a la
acción de consumir y de comprar diversos tipos de productos o servicios que
pueden llegar a presentar cierto grado de importancia en lo que respecta la
calidad de vida, estando estrechamente relacionado con la economía se
le considera el motor del movimiento
económico.
Por estilo de vida se
entiende que es aquella conducta personal de cada individuo abarcando
personalidad y los medios que utiliza para satisfacer las necesidades básicas.
Es necesario considerarlos parte de una dimensión colectiva y social, esto
abarca tres aspectos: material, social y el ideológico. Lo material se
caracteriza por manifestaciones culturales como lo son la vivienda,
alimentación y vestido; en lo social se refiere a las estructuras organizativas
como por ejemplo tipo de familia, redes sociales de apoyo y sistema de soporte
como instituciones; por ultimo en el aspecto ideológico, se encuentra expresado
por los valores y creencias que le damos a nuestro día a día en base a lo material
para tener una mejor condición de vida y de bienestar.
En la conducta de compra de los
consumidores se reconoce que influyen factores tales como los culturales,
sociales, personales y psicológicos. Sin
embargo a pesar de que el marketing basa la elaboración y promoción de sus
productos en estos factores (cultural, social, personal y psicológico) la
realidad es otra, hay una fuerte influencia por querer consumir lo que está a
la moda, lo que todos consumen, esta situación no discrimina a las culturas que
se encuentran marginadas tanto económicamente como demográficamente, pues el
marketing las obliga a consumir los productos de marca, a pesar de que no están
en condiciones de poder costeárselos, y que el consumir ciertas marcas no le
dará una mejor calidad de vida.
Otra situación importante es que al
ritmo que vamos las formas de consumir los productos, nos va a traer problemas,
pues lo único que generara a largo plazo es consumir productos que sean nocivos
para la salud e inclusive el comenzar a alterar los alimentos para poder estar
al margen del consumo de la sociedad, es decir, poder saciarlos de determinado
alimento. Por esto mismo es necesario adoptar y facilitar el uso prudente y eficiente de los recursos y a
promover la producción y el consumo sostenibles.
Es por esto que el desarrollo futuro se
centrará en los modos de suministrar bienes y servicios utilizando menos
recursos y previniendo la producción de residuos. A continuación se mencionaran
algunas estrategias para prevenir o equilibrar
esta situación:
- ·
Evitar y reducir
residuos, y aumentar la reutilización y el reciclaje.
Nuestro
planeta es un recurso limitado y, como modelo, es insostenible. Junto a un
rápido agotamiento de los recursos naturales, la actividad humana ocasiona una
continua generación de residuos, que se acumulan en el medio ambiente y
ocasionan muchas formas de contaminación. Por eso, los riesgos medioambientales
nos preocupan.
Sin embargo, las autoridades locales
pueden hacer más en los campos de la Recuperación y el reciclaje. Dicha práctica ha estado en constante crecimiento y que ayuda a
reducir los impactos medioambientales de los residuos. Además de que los
ciudadanos se concienticen en lo importante que es el reciclaje y reutilización de recursos.
- Gestionar y tratar residuos de acuerdo con los criterios de buenas prácticas.
El
tratamiento y la eliminación de residuos ocasionan muchos problemas medioambientales,
especialmente la contaminación del aire, del agua y del suelo. Para poder resolver el problema de
residuos es necesario hacer más ecológico el ciclo de vida de la mayoría de los
productos que se encuentran en el mercado. Las
autoridades locales deben empeñarse en la minimización, recogida y gestión de
residuos y establecer objetivos de reducción las opciones de gestión de
residuos adecuadas puede ayudar a mejorar la eficiencia energética, así como a
reducir la contaminación del aire y el cambio climático.
- · Evitar el consumo de energía innecesario y mejorar la eficiencia en el uso final de la energía.
En lo referente a la energía es detener el
agotamiento de las fuentes de energía no renovables y prevenir el cambio
climático, así como asegurar el crecimiento
económico y social. Infelizmente,
la sociedad consumista y su sistema de producción subyacente utilizan la
energía de modo ineficiente. Por ello, es importante promover tecnologías
energéticamente eficientes en el mercado y aumentar la conciencia de los
consumidores sobre los impactos ocasionados por un consumo energético
innecesario. El obstáculo más importante para
mejorar la eficiencia energética es el vacío de información existente sobre los
costes y la disponibilidad de las nuevas tecnologías.
- · Comprometerse a hacer adquisiciones sostenibles.
Si bien los actuales
sistemas de producción y consumo nos garantizan altos niveles de vida, tienen
un significativo impacto en el medio ambiente. De hecho, agotan rápidamente los
recursos naturales, consumen grandes cantidades de energía y generan excesivos
residuos. Las adquisiciones sostenibles pretenden integrar las preocupaciones
sociales, medioambientales y éticas en las decisiones sobre compras.
A largo
plazo las adquisiciones sostenibles reducen las facturas de electricidad,
calefacción y agua, así como los costes de eliminación de residuos, y convierte la calidad
ambiental y la innovación en una ventaja competitiva para las compañías que
distribuyen tales bienes y servicios en el mercado. Con esto nos
referimos a que se comience a comprar lo que realmente se va a consumir y no
solo comprarlo para poder ser aceptados
en la sociedad.